(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

domingo, 1 de enero de 2012

Rosa de Diciembre.

Ayer te fui a buscar… necesitaba sentirte cerca, fueron tantos años!! Casi una vida… todas las navidades estabas alli, protestando por no poder comer de nada, pero al final comiendo de todo brindando por un nuevo año ¿Quién vera el próximo? decías, y tras brindar todos te rodeábamos y entre risas esgrimíamos la misma cantinela “si tu puedes con todos” libraste tantas batallas, sería interminable enumerar tu periplo por la senda que te toco recorrer, al final me quedo tu herencia, "querida rosa mía" esa por la que nadie riñe, ni se enfada, un legado infinito en valores, en sensibilidad, en cariño bien dosificado, los ratos de conversación amena, las historias que guardare por siempre en mi corazón y que poco a poco (si mi pluma sigue funcionando) trataré de dar forma para dejarlas como legado a los que hoy me acompañan; si, son fechas queridas y odiadas, son fechas donde la ilusión se multiplica y las ausencias se hacen intragables, donde tenemos que mirar al cielo para ver las estrellas, hay momentos que pensamos que ni siquiera existen, por mucho que nos intentemos convencer que la vida es así, que sigue con los altos y los bajos cuesta y tanto que cuesta, es un paso más hacia la madurez que decía una amiga, saber afrontar la hiel de la vida con la suficiente entereza para terminar aderezándola sabiamente y seguir caminando con alegría, pero hoy fui a buscarte abuela y me encontré una fría placa de mármol y una rosa de Diciembre, si... una rosa como tu, fuerte y valiente ¿Sabes? las rosas de Diciembre son especiales! se dejan curtir por el frio y nunca pierden su belleza, son fuertes y bellas y apenas tienen espinas, tu naciste en Diciembre "querida rosa mía".
Las lágrimas salieron sin dificultad alguna calentado mis mejillas gélidas, fueron lágrimas silenciosas casi invisibles, lágrimas que me demostraron una vez más lo frágiles que somos ante las ausencias. Solo quería verte… y te vi apareciste en mis sueños tranquila, feliz…me volviste a enseñar una valiosa lección, solo hace falta un pensamiento un momento nada mas sin clamores sin espavientos en silencio con respeto y sobre todo con la convicción de que la rueda sigue girando, unos vienen y otros van, y tú te fuiste, te ganaste un lugar en el cielo con las mejores vistas.

"Querida rosa mía" las humildes pinceladas de este espacio hoy son para ti, son trazos tranquilos, felices llenos de paz.
Te quiero abuela y siempre que lo necesite te ire a buscar!

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