(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ilusiones al amanecer



Dos tazas, unas tostadas, una flor; todos los días  el mismo ritual;  menuda mujercita de ojos preñados de luz, su silueta  sugerente se mueve con parsimonia por la  habitación, sus sabios pasos siempre la conducen al mismo lugar, el rincón más luminoso de su  vieja estancia, a través de la rendijas del gastado ventanal los tenues  destello se cuelan inundando la  humilde sala con notas de los colores más exquisitos, el dorado destelleante, el luminoso amarillo y el naranja más intenso brotan entre las montañas inundando todos los rincones,  no existe  lugar para la añoranza, estira sus ropas y con decisión abre la gastada caja que descansa junto al aparador, el contacto de sus dedos menudos con el frío metal le causa un estremecimiento que por un instante paraliza sus músculos; por  un momento se trasporta años atrás, otras  manos el mismo ritual; dos tazas, unas tostadas, una flor, la menuda mujercita termina el turno de noche en la vieja fábrica, se desliza con agilidad entre la muchedumbre que  soñolienta regresa a sus  casas  después de  la dura jornada, ella sin embargo se siente despierta y feliz  la vida no le ha sido demasiado fácil. Hija  de emigrantes sudamericanos estaba habituada a toparse con innumerables obstáculos en su camino, sin embargo  con mucho esfuerzo y voluntad había conseguido  un futuro estable,  trabajadora incansable,  toda la noche encajando piezas milimétricas en el gran puzle que configuraba la cadena de montaje de la gigantesca  multinacional,   un  gigante de hormigón  donde las personas solo eran piezas  en movimiento sin descanso posible hasta que la estridente sirena  sonaba y hombre y mujeres salían al estrecho camino que conducía hacia la negra boca de metro que se encargaba de trasportarlos por el subsuelo de una ciudad que empezaba a despertar con las primeras luces del día,  ella lo tenía más fácil era de las pocas que vivían cerca de la fábrica solo unos minutos y su corazón se aceleraba.

 A través de las rendijas de su gastada ventana  se oían las notas encadenadas; dos tazas, unas tostadas, una flor, la música y él la esperaban.  Joven trovador de versos y culto donde los haya, se encargaba de ponerla al día en todo lo que concierne al país en el que hoy se siente segura,  todos los días las finas notas de su flauta la arrullan al caer en el más placentero sueño después de su intensa jornada.

 Vuelve de pronto a su realidad atrae la fina caña metálica un instante contra su pecho y  suavemente lo deja sobre el sillón que se encuentra en la zona más visible de la luminosa estancia, quizás hoy vuelva a sonar; la menuda mujercita abandono hace tiempo la gran fábrica,  ahora es ella la que explica, lee , cuenta, informa, mientras  él mira con  ojos opacos,  a veces ni tan siquiera distingue la taza de café, las tostadas  son meros adornos  en su mesa al desayunar, parece que rebusca en su interior como perdido, cada día más desorientado, apenas queda nada de lo que un día fue. Sus ojos pasean sin rumbo topan con el sillón donde ella brilla siempre con su luz particular se detiene un instante por un momento parece  sonreír. Se apreciaba agradecido, como quien escucha una melodía alegrando la mañana.  Solo unos segundos sus ojos inexpresivos se pierden de nuevo en su mundo interior, las palabras tampoco son capaces de salir con fluidez mira hacia arriba como buscando algo; la menuda mujercita se acerca, le abraza  tiernamente. Mañana repetirá el mismo ritual.


(ByTitate)



martes, 20 de noviembre de 2012


¿Cómo están ustedeees? Hoy  tristes y un poco huérfanos porque se nos fue  un trocito de nuestra  niñez. 



El gran maestro se marcho estoy segura que se marcho  en el auto de papa, acompañado por Susanita que fue a buscar a la gallina turuleca mientras él, sonriente como siempre  saludaba a Don Pepito y al bueno de Don José, el cielo está  más feliz, acaba de llegar el gran maestro, con su cara afable y su enorme corazón, contándole a todos que su barba tiene tres pelos, a la vez que   reúne a niños y mayores para  enseñarles que había una vez un circo que alegraba  siempre el corazón. (Mª José)


Descansa en paz querido maestro de la ilusión

viernes, 16 de noviembre de 2012

"El exceso de confianza puede causarte decepciones, pero no confiar en nadie es una tortura"

jueves, 15 de noviembre de 2012

"Hay que estar dispuesto a intentar las cosas una y otra vez, la suerte nunca tira la toalla"
(Catherine Denueve)