(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

jueves, 30 de junio de 2011

Vacaciones de algodón

Cuando llegas a cierta edad,  la vida toma otros colores, te sientes más plena , con más seguridad, llegan momentos  en los que necesitas hacer algo, piensas que el tiempo corre demasiado deprisa para dejarlo escapar inútilmente, si miras para atrás te puedes lamentar más o menos por lo que un día no hiciste,  pero también puedes afrontar los años con mas lucidez , solo es cuestión   de hacer algo con lo que te sientas bien,  uno de mis placeres favoritos llega al amanecer es entonces cuando me puedo dedicar ese preciado  momento, mi pluma se desliza fácilmente, es fácil expresar  sentimientos. Cuando escribo siempre lo hago pensando en todas esas mujeres a quien la vida por desgracia no le permite utilizar la palabra ni en voz ni en papel en blanco.  Animo a todas las mujeres a escribir porque, de alguna manera este sano ejercicio nos hace más libres.
 Para mí un  año no comienza el uno de enero sino cuando mis hijas cuelgan sus mochilas. A finales de junio se produce en las casas un goteo de libros,  cuadernos, “sobres” en el mejor de los casos, pero sobre todo el caudal mas inmenso que aterriza en nuestras entraditas al tirar la mochilas es el de la ilusión. El despertador sonara más tarde, las vacaciones Santillana  pueden esperar, los desayunos son mas copiosos, no hay que fichar,  milagrosamente el nudo en la garganta a desparecido  y el estómago ya no duele, no hay examen de ingles,   y no tengo que firmar ningún examen olvidado. Son días  de camisetas de algodón,  vestidos fresquitos  y alpargatas de esparto,   no hay que repasar mochilas,  en su defecto solo tenemos que llenar otra mochila, la mochila aventurera y recargarla con toallas relajantes, con cuentos desternillantes, con juegos sin instrucciones de uso, con Niveas y Coppertones, con caracolas de mar, con tardes de  de helados  y limonadas, sonrisas frescas y melenas al viento sin lazos ni ataduras.
Hay que dejar volar esas moscas golosas compañeras de la infancia y la adolescencia,  que decía Machado.  En fin… son días de algodón y esparto.

martes, 28 de junio de 2011

Un viaje por mi ciudad, Málaga

Un  paseo por mi ciudad, Málaga Para mi uno de los mejores momentos del día es el amanecer, me gusta respirar fuerte y pensar que tengo un montón de horas por delante para hacer muchas cosas, por suerte el amanecer de mi ciudad es un delicioso espectáculo de entrada libre y aforo ilimitado. Desde cualquier playa o paseo marítimo se puede contemplar como el mar va tomando entre sus olas el dorado del sol para según avanzan las horas inundar todos los rincones con una luz maravillosa que te invita a soñar.
Si os parece os invito a un recorrido virtual por esta ciudad de sol y luz que estoy segura, es el mejor antídoto para recuperarse de la monotonía acomodada que a veces sufrimos.
Uno de los lugares imprescindibles para mí cuando visito una ciudad es sin duda su mercado de abastos, es fácil imaginar el movimiento solo con percibir su olor , su sabor, su cultura, el bullicio de la gente que va y que viene entre mercancías , cajas…sonidos, y aromas de una ciudad (la mía) que despierta cantarina en la boca de los pescadores ofertando sus mercancías con el tono más amable que les confieren los largos años de trato con gente de diversidad de culturas y lugares y por supuesto con esa mirada alegre y cariñosa que dedican a todo el mundo, pero de una forma especial a sus clientes más asiduos. En una de las callecitas adyacentes al “Mercado Central” se encuentra una cafetería donde podremos degustar los mejores churros con chocolate , cita obligada para grandes y pequeños “Casa Aranda” uno de los establecimientos con más solera de esta ciudad.



A media mañana nada mejor que un paseo por una de las calles más emblemáticas, C/ Larios cotillear sus numerosas tiendas, tomar un helado en “Casa Mira” una heladería artesana referente de buen gusto y tradición donde las haya, también si tienes suerte puedes admirar alguna exposición al aire libre, pues a lo largo del año son innumerables los artistas que pasan por esta calle desgranando su arte para deleite de propios y ajenos.

Es impensable visitar la capital de la costa del sol y no tomar su archiconocido pescaito frito, a lo largo de su extenso litoral son incontables los chiringuitos donde aparte de degustarlo disfrutar de unas relajantes horas al lado del mar, mi recomendación pasa por no dejar de visitar las playas de “el palo” donde se encuentra un singular establecimiento que además de su amplio oferta gastronómica tiene un especial aliciente al presentar una subasta de pescado que además de original es sabrosísima, su mayor carta de presentación es la calidad de la materia prima donde algunas de sus variedades son capturadas por pescadores de la zona con el consiguiente deleite para nuestro paladar, su nombre "El Tintero" y os aseguro que os sorprenderá.
Por la tarde cuando cae el sol y el ocaso veraniego tiñe de rojos ocres y anaranjados la cúpula de la manguita la grandiosa catedral que se levanta altiva en el corazón mismo de la urbe que se prepara para recibir el algarabío de los jóvenes y no tanto, ávidos de marcha y copichuelas por las callecitas del centro histórico donde monumentos y museos se codean con rincones llenos de encanto tasquitas donde poder tapear y charlar hasta que el cuerpo aguante, nos podemos acercar a uno de los muchos miradores que existen en la ciudad, para mi sin duda el mejor,  el más amplio, el más natural;  esta en el parador de Gibralfaro, en el podemos hacer un descanso saborear un buen café, una copa o simplemente descansar un rato, desde el se divisa toda la ciudad  se puede contemplar la belleza de su plaza de toros y empaparnos de la inmensidad del mar dejándonos mecer por la brisa y deleitándonos con la sinfonía que los gorrioncillos componen sobre los pinos que rodean el entorno, sin lugar a dudas un descanso que nos ayudara a reponer fuerzas y nos dejara el dulce sabor de un día bien vivido.

jueves, 23 de junio de 2011

¡¡¡Feliz verano!!!

Cuando los fríos días de invierno son recuerdo y las flores primaverales empiezan su irremediable  decadencia vencidas por el sol abrazador que puede con todo, es en ese momento cuando los días se hacen eternos y la luz penetra cual estalactitas luminosas por todos los rincones  inundando cualquier cavidad por impenetrable y profunda que parezca, en ese instante llega la hora de recrearse,  de  alimentar los sentidos  con los días orondos preñados de sol,  esos atardeceres rojizos que derraman en el horizonte cual chorros de luz que poco a poco se difumina para dar paso a las noches cálidas bañadas de luna, es tiempo de vacaciones de dedicarse tiempo, de dar tiempo al tiempo, para  ver, tocar, probar, es tiempo de placeres divertidos, leer, pasear, charlar, no estar pendiente al reloj…
 ¡¡¡Ganar libertad!!!  Guarda el negro en el fondo del armario, viste tu vida de color y sonríe…, sonríe a la estación onírica por antonomasia, disfruta de la ropa ligera, de los niños de piel tostada, de las tardes de paseo y las noches de tertulia.
Feliz verano a tod@s