(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

domingo, 25 de septiembre de 2011

“No hay nada más bello que unos ojos que sonríen”

 Me encanta esa frase y es por ello que en mi día a día siempre trato que  los ojos que me rodean, y sobre todo los de las personas que quiero, sigan siendo los más bellos del mundo, no por su forma, ni color, simplemente porque irradien luz, luz de alegría, luz de amor, luz de sentirse queridos, Quiero que los ojos de mi familia, de mis amigos, de todos vosotr@s  sonrían...



                  
 Estaréis conmigo que no hay nada más maravilloso que las primeras risas de tu hijo, ni nada más agradable que  cuando una amiga te abraza  con una sonrisa en los labios, o quizás cuando llegamos a casa tras un duro día  de trabajos, niños extraescolares y demás eventualidades y tienes a alguien que  te espera con una sonrisa.
La risa es un don un regalo un alimento para el espíritu.  Me encanta la gente que ríe, eso quiere decir que son vitales, positivos, generosos; afrontar el día con una sonrisa alegra la vida también a los demás, solo quiero deciros que sonriáis, las personas que ríen son más bellas, parecen más jóvenes y tiene más éxito.
                Querid@s  amig@s estoy segura que vuestros ojos son bellísimos, y sobre todo estoy segura que vuestros ojos sonríen:)
                                                                            

domingo, 18 de septiembre de 2011

"Serpentinas de colores surcan el atardecer"



El cielo impoluto de la tarde redonda inundada de sol, los verdes olivos   con sus tonos brillantes como si el aciago verano no hubiese ni tan siquiera dejado la mas mínima huella  y por el contrario se hubiese empeñado en dotarles  de su mejor traje, ese manto verde  que cubre todo lo que nuestra vista logra vislumbrar, las montañas tan fuertes... tan rudas... parecen sacadas de una postal al recortarse bajo el  azul tintado con destellos de oro que poco a poco deja paso al ocaso más bello jamás vivido, la suavidad de la luz otorga al sol de poniente unos colores  como para quedarse sin aliento, toda la gama del oro al parma viven su apoteosis más plena  otorgando al idílico atardecer  los matices del capote grana y oro, ni tan siquiera la luna    casi imperceptible entre la sinfonía de luz, pero presente y reclamando paso a paso a medida que la tarde deja paso a la noche soñada su sitio, su señorío en las alturas de la onírica noche  casi estival, ni tan siquiera ella quiere perderse las palabras, esas palabras… letras encadenadas salidas  de la parte más recóndita de los corazones henchidos de emoción, esas palabras desgranadas como perlas, dedicadas con todo el cariño que alguien se pueda imaginar, los amigos tan bien representados con tantas emociones contenidas y con tantas  ilusiones compartidas, esa hermana que poco a poco con paz, con dulzura, con tranquilidad hace un paseo  cargado de sentimientos de simbolismos  que dibuja más apacible si cabe la bonita   tarde otoñal, las lagrimillas inquietas no se quieren detener, humedecen nuestros ojos, humedecen nuestro ser, son gotitas de alegría, de esperanza y de ilusión  una emoción desmedida la que embarga nuestro ser. Serpentinas de colores surcan el atardecer,  el sol se marcha despacio  y va dejando pasar  una noche de fiesta motivo para soñar  mil abrazos de colores   es lo que os quiero enviar que iluminen un camino lleno de felicidad.
Ernesto, Rocío   mil felicidades de corazón y gracias... muchas gracias por  brindarme la oportunidad de vivir  un día tan feliz  junto a todos vosotros:)   

domingo, 11 de septiembre de 2011

La cuesta de Septiembre

Para muchos y sobre todo me atrevo a decir para muchas el máster financiero por excelencia  es aquel que todas las madres y digo madres,  el termino ama de casa no me gusta nada, como decía  es el que hacemos cuando llega el mes de Septiembre, los medios y la gente en general se jactan de decir cual dura es la cuesta de enero, pero… me pregunto yo, ¿y la de setiembre, quizás es más liviana?  ¿es menos cuesta? o simplemente nos esforzamos en alardear  menos de ella, el año escolar comienza y con el  toda una serie de gastos encadenados  que si nos ponemos a sumar la cuesta indiscutiblemente desbanca por goleada a la ya famosa de primeros de año, uniformes , libros, material escolar, material deportivo y un largo etc, y eso sin enumerar los estragos  sicológicos  que los cambios de centros, el cuadrante de extraescolares,  y el desasosiego  hasta ver todo recolocado de nuevo hacen en nuestro indefenso sistema nervioso, acomodado a los libres horarios y la paz que nos ha generado el periodo vacacional. La vuelta a la normalidad académica trae una larga lista  de gastos asociada y una gran dosis de nervios contenida,  situaciones con las que tenemos que lidiar intentando que nuestro organismo no   se revele y  nos haga todavía más cuesta “la cuesta”
Atrás quedaran los sueños de algodón  y como por arte de magia nos envolverán otros esta vez con olor a tizas y a letras recién imprimidas.