(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

viernes, 23 de diciembre de 2011

Ilusiones de navidad


Se acercan las fechas más mágicas dentro del calendario; mis dos ratitas ya desojan  impacientes las hojitas del almanaque de adviento que cuelga al lado de la chimenea, cada mañana  al despertar una sonrisa ilusionada  acompaña las mismas palabras, ¡ya falta un día menos! son fechas mágicas…  llenas de luz, de color, de música, de buenos deseos… y sobre todo son las fechas en que la ilusión no tiene límite alguno, todos soñamos con la familia, con la cena de Nochebuena, con los regalos, con poner el árbol,   con Papa Noel…  si vendrá o llamara o simplemente dejara algún detallito en la escalera como hizo el año pasado,  es tan caprichoso Papa Noel,  todos los años nos sorprende, desde una vez que bajo del monte con la campanita llamando a todos, a otra que llamo por teléfono haciendo prometer a la prole infantil que serian buenos, buenísimos… tanto insistió que al final alguno acabo llorando abrumado por el señor de barbas blancas tan parlanchín, otro año apareció justo al empezar a cenar para tremendo cabreo de los más sensatos y feliz ilusión de los neófitos que dieron por concluida su incursión en el delicioso universo gastronómico que la abuela tenía preparado, un año más tarde quiero recordar que dejo caer el saco por la azotea  y los pobres y sufridos receptores  casi les da un infarto al pensar que el querido Santa había  sido arrastrado por la estele de su enorme saco y le iban a encontrar hecho una piltrafa  sobre las frías baldosas  del patio interior,  por fortuna Papa Noel es mágico y por más que todos los años han intentado  sacarle algún parecido, adivinar a quien se parece su ronca voz  todavía han sido incapaces de descubrirlo;   no importa cuando venga, ni como llegue  lo más importante  es que todos tienen la seguridad que en un momento u otro llegar llegara y esos instantes de ilusión de aguzar el oído a ver si se oye algo, de correr a la voz de ¡¡Ya está aquí!! De buscar por toda la casa por si se le ha ocurrido esconder algo, esos momentos son los más mágicos de la navidad, nos seguiremos ilusionando, soñando  y sobre todo tratando de averiguar que  demonios  se le ocurrirá este año  al querido Santa Claus.
¡¡¡ Que la ilusión y los sueños siempre os acompañen!!!

lunes, 19 de diciembre de 2011

El abuelo José


 El abuelo José, acaba de llegar, deja la azada tras  la puerta, cuelga el sombrero en el perchero que queda justo al lado de la chimenea, se dirige al lavamanos, vierte agua tranquilamente y frota una y otra vez sus rugosos dedos con  energía, se lava la cara, atusa el pelo, y me mira… me mira con sus ojos vidriosos por el cansancio que hace mella en sus ya muchos años, la cara se le ilumina, se acerca y si dilación alguna me libera del lazo que me tienen prisionera  en una sillita desangelada y fría, siento su calor, su aroma a tierra recién labrada, su emoción al contemplar "la vida nueva" como dice cuando se dirige a mí,  me sienta en sus rodillas y empieza a desgranarme historias  fantásticas;  todas las noches el abuelo José   después de su dura jornada, siembra  sueños e ilusiones   en la despierta mente infantil que se regodea en sus brazos sintiéndose  tranquila y feliz.
 Un día el  abuelo José se marcho, se fue tranquilamente dejando su azada tras la puerta y su sombrero colgado en el perchero justo allí… al lado de la chimenea;  el abuelo José fue un hombre sabio , amable y cariñoso   que dejo un dulce legado en algún rinconcito de mi ser, un hombre que sembró de ilusiones mi más tierna infancia, dejando un amable recuerdo que cada noche cuando  el ritual se repite y  me pides que te  cuente  historias bonitas  para dormir,  no puedo dejar de pensar en el y dedicarle  un guiño de agradecimiento.               (by:Titate)