(Imagen del pintor surrealista Jim Warren.)

domingo, 18 de septiembre de 2011

"Serpentinas de colores surcan el atardecer"



El cielo impoluto de la tarde redonda inundada de sol, los verdes olivos   con sus tonos brillantes como si el aciago verano no hubiese ni tan siquiera dejado la mas mínima huella  y por el contrario se hubiese empeñado en dotarles  de su mejor traje, ese manto verde  que cubre todo lo que nuestra vista logra vislumbrar, las montañas tan fuertes... tan rudas... parecen sacadas de una postal al recortarse bajo el  azul tintado con destellos de oro que poco a poco deja paso al ocaso más bello jamás vivido, la suavidad de la luz otorga al sol de poniente unos colores  como para quedarse sin aliento, toda la gama del oro al parma viven su apoteosis más plena  otorgando al idílico atardecer  los matices del capote grana y oro, ni tan siquiera la luna    casi imperceptible entre la sinfonía de luz, pero presente y reclamando paso a paso a medida que la tarde deja paso a la noche soñada su sitio, su señorío en las alturas de la onírica noche  casi estival, ni tan siquiera ella quiere perderse las palabras, esas palabras… letras encadenadas salidas  de la parte más recóndita de los corazones henchidos de emoción, esas palabras desgranadas como perlas, dedicadas con todo el cariño que alguien se pueda imaginar, los amigos tan bien representados con tantas emociones contenidas y con tantas  ilusiones compartidas, esa hermana que poco a poco con paz, con dulzura, con tranquilidad hace un paseo  cargado de sentimientos de simbolismos  que dibuja más apacible si cabe la bonita   tarde otoñal, las lagrimillas inquietas no se quieren detener, humedecen nuestros ojos, humedecen nuestro ser, son gotitas de alegría, de esperanza y de ilusión  una emoción desmedida la que embarga nuestro ser. Serpentinas de colores surcan el atardecer,  el sol se marcha despacio  y va dejando pasar  una noche de fiesta motivo para soñar  mil abrazos de colores   es lo que os quiero enviar que iluminen un camino lleno de felicidad.
Ernesto, Rocío   mil felicidades de corazón y gracias... muchas gracias por  brindarme la oportunidad de vivir  un día tan feliz  junto a todos vosotros:)   

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