
Estos días de fiesta nos hemos ido a un pueblecito no lejos de la ciudad y en cuanto las nubes han levantado un poco nos hemos tirado al campo a llenarnos de sol y de verde.

Cogiendo flores, paseado, por un río que bajaba un poco revuelto y jugando a mil cosas, tanto mayores como pequeños, en esta época el campo es agradecido y nos regala estampas difíciles de olvidar.

Los niños de la familia dicen que lo pasan bien con titate y los mayores comentan que aunque está un poco loca desea crear buenos recuerdos en la infancia de sus niños

