Se acercan tiempos de cambios y no me refiero a los cambios que sobre todo en precampaña electoral están en boca de todos, los cambios políticos no me son ajenos aunque para nada me refiero a ellos, para mí los verdaderos cambios son más sencillos, mas nuestros, son cambios de andar por casa, cambios en definitiva de nuestro día a día.
Para mí no existe una estación perfecta como tampoco todo lo contrario, sería tremendamente aburrido por una parte e inaguantable por otra, cada época tiene su encanto y de cada una se puede disfrutar de forma totalmente diferente, aunque no por ello en menor medida, estos tiempos que se acercan traen consigo más tranquilidad y sobre todo traen calor de hogar, es tiempo de disfrutar de una tarde lluviosa con un buen libro y una mantita… umm que delicia, también podemos organizar merendolas con más facilidad, comprar castañas en la esquina y correr a casa con las nariz colorada por el frio deseando compartir con los peques el manjar, pasear por los bosque llenándonos el alma con las tonalidades que el otoño deja en cada una de las hojitas que junto a nuestros hijos podemos recoger,( los murales de hojas secas tienen muchísimo éxito) podemos improvisar una historia fantástica esperando que la inoportuna tormenta pase e intentando que los niños se sientan seguros aunque sea entre rayos y truenos. Y no nos olvidemos que es tiempo de estrenar… abrigos, gorros, chaquetas, botarras fantásticas se abren paso entre sandalias y vestidos vaporosos, para hacernos sentir reinas (aunque solo sea por un rato) es tiempo de sentir la lluvia en el cristal y de jugar con la nieve de vez en cuando haciendo bolas infinitas y deleitándonos al ver como los peques hacen muñecos con nariz de zanahorias y bufandas multicolor.
Vamos a disfrutar con todos nuestros sentidos, y aun a sabiendas que no es fácil con la que está cayendo, os puedo asegurar que querer es poder… ¿Por qué no intentarlo?